La emigración clandestina ha constituido una de las cuestiones de mayor envergadura en la compleja agenda de las relaciones hispano-marroquíes. Este asunto que a lo largo del tiempo ha sido regido por continuos acuerdos bilaterales, ha experimentado durante la última década una exponencial disminución con respecto a las emigraciones irregulares protagonizadas por marroquíes. Como resultado, se aplaudió el rol de marruecos -como esencial- actor en la lucha contra estos flujos migratorios de matiz ilegal con destino a España.
No obstante, esta actividad ha vivido una extraña y enigmática resurrección a manos de unos jóvenes rifeños que decidieron reanudar el flujo migratorio irregular, pero esta vez, sustentado en otra narrativa. Son rifeños que alegan ser activistas del movimiento rifeño Hirak y que se ven obligados a cruzar el charco en barcazas para huir de la persecución de las fuerzas de Seguridad marroquí por haber participado en la movilización social de Alhucemas, para que posteriormente solicitan asilo político. Emprenden la travesía del Estrecho desde la costa de la zona de Jebha (cerca de Alhucemas) con destino a la costa Malagueña. Nuestras fuentes fidedignas de la ciudad malagueña nos confirman que durante lo que va del año 2017, se han registrado casi 50 desembarcos de pateras provenientes de las playas de la ciudad del Jabha Cada patera cuenta con alrededor de 40 o 50 emigrantes a bordo cuya edad oscila entre 15 y 22 años. Se estima la llegada hasta la fecha de 2000 emigrantes.
Lo curioso es que una vez en tierra, los inmigrantes rifeños siguen unas pautas bien marcadas y supuestamente seguidas a pie de la letra por esos llamados “activistas”: se dirigen para entregarse voluntariamente ante la Policía Nacional de Málaga. Las declaraciones de todos los que cruzaron el Estrecho son idénticas cosa que genera cierta sospecha con respecto a la veracidad de lo que dicen, es más, esas declaraciones de los inmigrantes provocan sospechas que nos hacen preguntan si ¿dichas narrativas son un mero blindaje para proteger otras manos ocultas detrás de la cortina? ¿ cuál beneficio sacaría de la creación de una nueva línea marítima para la emigración irregular? ¿porqué escoger la movilización rifeña como excusa para asegurar el éxito de estas travesías irregulares?
Al otro lado de la orilla, y concretamente en la ciudad de Jahba, hemos podido lograr un importante dato facilitado por una fuente fehaciente que señala que la Jahba se ha convertido en punto de partida de las pateras de los rifeños hacia la costa de Málaga, todo esto, ante una actitud misteriosa y chocante por parte de las Fuerzas Auxiliares de Marruecos y las Fuerzas de gendarmería que denotan una inquietante calma y relajación, al contrario de cómo actúan normalmente en situaciones similares pero en otras zonas.
Si los datos e informaciones que nos facilitaron las fuentes citadas han causado una consternación, más asombro generarán los hechos que vivirán los inmigrantes ilegales una vez llegados a Málaga.
Nuestras fuentes señalan que los inmigrantes rifeños suelen ser recibidos de una manera afable y afectuosa. La entrega de sus expedientes al juez se realiza con gran celeridad. También, se los pusieron en libertad y le facilitaron asistencia social, alojamiento y manutención. De acuerdo con un testigo, algunos inmigrantes fueron trasladados a un hotel para alojarse antes de interrogarles y dar comienzo a la tramitación de la solicitud de asilo político. Otro testigo, traductor y residente en la ciudad de Málaga, manifestó que la policía nacional en vez de detenerlos y ponerlos a disposición judicial, fueron transportados a otro lugar en el que les dieron un billete de 50 euros y les pidieron dejar la ciudad (Málaga) y buscarse la vida lejos sin tener que aguardar a la resolución de la petición de asilo político.
Algunos opinan que esta nueva forma de cruzar el “charco” no mantiene ninguna relación con el movimiento rifeño (Hirak) y que todo esto se debe al simple cambio de la ruta de la travesía de emigrantes ilegales atraídos por la evolución del Hirak. Otros creen que se trata de una operación meditada y organizada cuyo objetivo distorsionar la imagen de la movilización cívica de Alhucemas dando a entender que se trata de una región en conflicto.
