Web Analytics
Españolمقالات الرأي

¿Qué debe aprender Sánchez de la nueva posición alemana hacia Marruecos?

La nueva administración alemana, bajo el liderazgo de Olaf Scholz, decidió pasar página en la disputa entre Berlín y Rabat desde el año pasado, al apoyar la propuesta marroquí de autonomía para el Sáhara, lo que se considera un nuevo éxito de la diplomacia marroquí al ganar más apoyo para llegar a una solución final sobre este conflicto.

Tras considerar al Reino de Marruecos un socio clave de Alemania, el Gobierno Federal indicó que el retorno de las buenas y tradicionalmente profundas relaciones diplomáticas beneficiaría a ambos países. El país europeo también está listo para una asociación centrada en el futuro sobre la base de la «reciprocidad».

Las iniciativas alemanas de buena voluntad no se detuvieron allí, ya que el Presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, invitó al Rey Mohammed VI a realizar una visita oficial a su país para «construir una nueva asociación». En cuanto al tema del Sáhara, la carta incluía que Alemania “considera el Plan de Autonomía presentado en 2007 como un esfuerzo serio y creíble de Marruecos, y una buena base para llegar a un acuerdo en este diferendo regional”.

Todas estas señales positivas no pasaron desapercibidas en España. Informes mediáticos trataron con seriedad el destino de las relaciones hispano-marroquíes tras este giro en la posición alemana, lo que plantea la pregunta sobre los próximos pasos que debería llevar a cabo el Gobierno de Sánchez para corregir el rumbo de las relaciones entre los dos países.

José Manuel Albares, Ministro español de Relaciones Exteriores, ha llevado a cabo numerosas apariciones en los medios con el objetivo de volver a normalizar las relaciones diplomáticas entre los dos países vecinos, pero Marruecos espera «pasos serios» para lograr la «reconciliación». En cuanto a la seriedad que exige Marruecos, se centra en que España tome posición en el tema del Sáhara, en lugar de «titubear» entre el apoyo al Frente Polisario por parte del aliado de Sánchez, Podemos, y esconderse detrás de la carta de las Naciones Unidas.

A través de la posición de Alemania, la cuestión del Sáhara está entrando en un nuevo punto de inflexión en Europa, poniendo a España en una posición crítica. Los medios españoles ya anticipaban que con la llegada de Schulz habría intentos de reanudar las relaciones con Marruecos. Pero no esperaban un cambio de actitud significativo por parte de Alemania con respecto al conflicto del Sáhara.

Las relaciones que se exigen hoy desde Rabat, deben basarse en «la claridad y la reciprocidad». Marruecos también se adhiere al principio de «buena vecindad» con España tras la crisis diplomática que estalló entre ambos reinos, después de que el líder del Polisario entrara en España de una forma que podría calificarse de «vergonzosa».

Sánchez y su Gobierno es muy consciente de que la cuestión del Sáhara está en el centro de las prioridades diplomáticas marroquíes, y también es consciente de que Marruecos sigue una política «firme» y «clara» al respecto. El Gobierno español, bajo el «desconcertado» liderazgo de Sánchez, debe entender que las relaciones marroquíes-españolas se han caracterizado históricamente por un conjunto de complicaciones en los más mínimos detalles, y resolver el conflicto se ha convertido hoy en una reivindicación dentro de la Unión Europea, que no oculta su preocupación por la continuación de la crisis entre Marruecos y España.

Las presiones que ejercen las dos partes pueden tener un fuerte impacto en sus intereses, pero las reticencias diplomáticas por parte del Gobierno español, y su inestabilidad a expensas de hechos históricos y políticos concretos, llevan a la administración Sánchez a acabar con la poca paciencia que le queda a Rabat, especialmente porque las transformaciones geoestratégicas en la región han adquirido dimensiones de gran interés para Marruecos. La más importante, el reconocimiento estadounidense de la soberanía de Marruecos sobre todo el territorio del Sáhara Occidental, que va camino de crear un nuevo tipo de equilibrio político y militar, que pronto obligará a España a reordenar sus cartas y prioridades en la región mediterránea, cosa que dudo que le importa a Sánchez.

En la actualidad, es innegable que España atraviesa vaivenes en su política exterior, y ambigüedad en la implementación de sus objetivos estratégicos, lo que indica la falta de una percepción y comprensión en cuanto al reconocimiento de la propuesta de Autonomía marroquí, lo que inevitablemente retrasará el fin de la crisis diplomática con Marruecos, que se pudo evitar si existiera transparencia por Sánchez y su Ejecutivo.

اظهر المزيد

Chamal Post

شمال بوست (Chamal Post | CP) موقع قانونيّ مسجّل تحت رقم 2017/06 جريدة بشعبة الحرّيّات العامّة بالنّيابة العامّة للمحكمة الابتدائيّة بطنجة بظهير شريف رقم 122.16.1 / قانون 88.13 المتعلّق بالصّحافة والنّشر 2013-2022

مقالات ذات صلة

زر الذهاب إلى الأعلى